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SISTEMA INMUNOLÓGICO

A todos los seres vivos pueden atacarlos agentes causantes de enfermedades. Los seres humanos tienen células o tejidos que enfrentan exclusivamente la amenaza de infecciones, y también cuentan con respuestas para atacar a los antígenos.

Algunas de estas respuestas son inmediatas, de tal manera que un agente infeccioso pueda contenerse rápidamente; otras son más lentas, pero también más específicas para el agente infeccioso. De manera colectiva, a esta protección se les conoce como sistema inmunológico.

 

La respuesta inmune conocida como innata, primaria o inicial consiste en que, cuando hay una primera exposición a un agente extraño, la respuesta es débil o ausente y declina con rapidez, esta respuesta no es inmediata y requiere expansión clonal lo que dará origen a dos tipos de células, las efectoras y las de memoria.

El responsable de esta respuesta es el linfocito virgen T o B, que al ser estimulado específicamente por primera vez, forma a partir de una clona más o menos mil células. Estas células se multiplican de dos a cuatro veces cada 24 horas durante 3 a 5 días. Al desaparecer el antígeno, las células efectoras mueren por apoptosis y sobreviven únicamente las células de memoria.

En la respuesta primaria las células efectoras derivadas del linfocito B estimulado, secretan anticuerpos o inmunoglobulinas inicial y principalmente de la clase IgM, más tarde se puede iniciar la producción de pequeñas cantidades de alguna otra de sus clases.

Las células efectoras derivadas del linfocito T estimulado secretan citocinas o citotoxinas.

En la segunda exposición al mismo agente la respuesta que se origina es más intensa, más rápida, especifica y duradera, lo que pone de manifiesto la existencia de una memoria inmunológica.

En esta respuesta el anticuerpo que se produce principalmente es IgG, pero también pueden aparecer IgA o IgE.

Las exposiciones subsecuentes solo producen un pequeño incremento en la respuesta, la cual llega a un límite.

 

La memoria inmunológica es una característica especial que presenta la respuesta específica del sistema inmune.

Cuando un patógeno entra en contacto por primera vez con el sistema inmune, se activan células específicas. Esta activación consiste en la transformación de células naïve en dos formas celulares; unas, son las células activas, que actuarán sobre los antígenos. Las otras, son las células de memoria.

Al producirse un posterior contacto con ese mismo antígeno, las células de memoria  actúan. Éstas no necesitan activarse, puesto que ya lo están. Las células de memoria se dividen rápidamente, creando una gran población de células activadas, de las que, parte se transformarán en células atacantes, y otra parte, de nuevo en otras células de memoria.

La respuesta producida por las células de memoria es más rápida y más duradera. De esta forma, el antígeno será destruido con mayor rapidez y no se producirá la enfermedad.

Este efecto es el que se persigue con las vacunas y sus dosis de recuerdo.

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

CREADORES:

Luis Aarón Burrola Gaxiola

Ricardo Alberto Leyva Ramirez

Laura Janeth Lucero Cabanillas

Victor Silva Velarde

Juan Eduardo Ureña Valverde

Paola Janeth Valenzuela Heraldez

 

 

CBTis 37 Cd. Obregón Sonora

5AV-Laboratorio Clínico

Generación 2012-2015

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